martes, 12 de diciembre de 2017

En la playa

Yo tumbada en la arena de la playa con los dedos de los pies enarenados  y juntos moviéndose en un sigiloso movimiento continuo. Con los párpados juntos, escuchando el sonido de las gaviotas picando miguitas de pan y con ese sol abrasador y a la vez refrescante por el paso de las olas del mar en tus pies. Esa sensación de realidad glamurosa.
Lucía
 

viernes, 24 de noviembre de 2017

Mi equipo

Mi equipo

El circo ya está aquí,
ahora se alza la lona.
Yo soy del Madrid
y mi abuelo del Barcelona.

Mi tía es del Betis,
vaya turbulencia,
mi primo del Athletic
y mi tío del Valencia.

Mi hermana del Sevilla
y le gusta el gol.
Mi abuela le dice: ¡chiquilla!,
pues ella es del Español.

El circo ya se ha acabado
y no me gusta una miga.
Espero que hayáis disfrutado
con los equipos de mi liga.
Olga

martes, 21 de noviembre de 2017

El Triángulo de las Bermudas

EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

Era una mañana como otra cualquiera, yo estaba escuchando la radio cuando dijeron algo que me llamó la atención:
- “Se han encontrado cadáveres y barcos hundidos cerca de México, donde se dice que está el Triángulo de las Bermudas. Bueno seguimos con las noticias…” 


En ese momento decidí que iría a investigar, así que me vestí, cogí una maleta, mi mochila y me fui al aeropuerto. 


De camino oí una voz familiar: 
- ¡Adri, Adriana! ¡Contesta! 
Era Javi un compañero de la universidad. 
- ¡Ah!, pero si eres tú, hola Javi ¿qué haces por aquí con esa maleta? 
- Yo venía de visitar a un amigo ¿y tú? 
- He oído en la radio, que en la zona del Triángulo de las Bermudas se han encontrado cuerpos y barcos hundidos, y he decidido ir a investigar. 
- ¿Puedo ir contigo? 
- ¡Claro qué si!


Por el camino estuvimos hablando y cuando llegamos tuvimos que esperar 2 o 3 horas sentados. Yo me aburría como una ostra y pensé: ¿por qué la gente dice eso?, ¿es que las ostras se aburren? 


Cuando por fin nos montamos en el avión Javi dijo: 
- Aquí me hecho yo una siestecita. 
Y le miré y pensé: Este Javi y sus cosas… 
Yo estuve todo el viaje mirando por la ventana y dibujando el paisaje que veía. En el aeropuerto de México le dije a Javi: 
- Como nos hagan esperar mucho les mato. 


Y él se rio. Cuando salimos del aeropuerto empezó a llover y buscamos un hotel. Encontramos un hotel de 5 estrellas que se llamaba Hotel el Picasso. En el hotel nos dieron una habitación y nos dijeron que nos diéramos prisa, que a las 9:00 era el bufet. 
A la mañana siguiente nos fuimos a investigar y encontramos un cadáver de una niña pequeña, Javi le hizo una foto y cuando iba a tomar una muestra de sangre, un policía me dijo que no podía tocar el cuerpo y le enseñé mi permiso (porque yo soy investigadora). Él me pidió disculpas. Analicé la sangre y me sorprendí porque tenía veneno. Y le dije a Javi:
- Javi, la sangre tiene veneno. 

Él dijo que sería cualquier otra cosa y me propuso: 
- ¿Podríamos explorar bajo el agua? 
- Por supuesto -respondí yo. 


Nos pusimos los trajes de buzo y nos sumergimos .Vimos los dos barcos que había y, en uno de ellos había veneno en un tarrito. En ese momento ya suponía lo que pasaba y salimos del agua. En la superficie había periodistas, canales de televisión y mucha, mucha gente. Me empezaron a preguntar que por qué se habían muerto las personas y por qué se hundieron los barcos. 

Yo respondí:
- Las personas se murieron porque los capitanes de los barcos las envenenaron y los barcos los hundieron los propios capitanes. 

Todo quedó resuelto y Javi y yo agotados.
Blanca

jueves, 16 de noviembre de 2017

Los números romanos


Yo entendí mal, era como llevar un saco enorme de cálculos, y después eso raro del ábaco.
Estaba hecha todo un lío con lo que explicó el profesor esa mañana. Entré sin hambre a casa y eso que había mi comida favorita: espaguetis negros con gulas. 
Mi hermana mayor sabía que me pasaba algo malo, odio que me conozca tan bien porque no tenía ganas de hablar, subió a mi habitación y me encontró sentada en mi cama. Me preguntó que qué me pasaba y le conté que ese día no había entendido lo que dijo el profesor en clase de matemáticas y que encima mañana tenía examen de mates. Ella me consoló y me dijo que me ayudaría.

Por la tarde bajamos al parque y recogimos muchas piedras, ella me explicó que los romanos llamaban a las piedras cálculos y que sumaban y restaban con ellas. Ya se resolvió mi primera duda. No era un saco de cálculos matemáticos sino piedras.
También me dijo que alguien hizo un agujero a una piedra que la cruzaba entera y metió un alambre, después lo hizo con más piedras y metiéndolas en el alambre creó el ábaco.
Ahí va mi otra duda, qué era un ábaco. También me dijo que los romanos no tenían cero y que escribían los números con letras, me los ha enseñado hasta el trece: 

I,  II,  III,  IV,  V,  VI,  VII,  VIII,  IX,  X,  XI,  XII y  XIII.

Al día siguiente cuando vine del colegio, mi hermana mayor me preguntó qué tal el examen.Le dije que muy bien, pero que todavía no tenía la nota y que me la daban mañana.

Estuve toda la tarde jugando con mi hermana bebé, cosa que es muy rara porque me enfado mucho con ella cuando me quita los juguetes.

Al día siguiente me dieron la nota y me sorprendí con el resultado: había un 10 ante mis ojos.

Esa tarde le di las gracias a mi hermana mayor porque sin ella no habría sacado un 10.
Olga