
Era un hombre tan gordo, tan gordo que hubo un huracán y los hombres, usaron de protección su barriga.
Daniel, 5º A
Era un niño tan petardo tan petardo que los días de feria salía disparado con fuego en la punta de la cabeza. Pero hubo un día que llovió tanto tanto que se le apagó el fuego y no le quedó más remedio que dedicarse a ser solo un niño petardo sin explotar y no volvió a pisar una feria nunca más.