Era un niño tan petardo tan petardo que los días de feria salía disparado con fuego en la punta de la cabeza. Pero hubo un día que llovió tanto tanto que se le apagó el fuego y no le quedó más remedio que dedicarse a ser solo un niño petardo sin explotar y no volvió a pisar una feria nunca más.
María Gutiérrez Nieto, 5º A
POBRE CHICO, LLEGARÁ A CASA REVENTADO DE TANTA FERIA.
ResponderEliminarDE MARIA
Que buena, y lo mejor de todo es que es verdad. Viva el petardo y la madre que lo parió!
ResponderEliminarEn la siguiente feria, el niño petardo se llevó un paraguas para que no se le apagara la mecha, pero no llovio y el niño petardo se tiro toda la feria con el paraguas en la mano como un niño petardo que era.
ResponderEliminarNo soy el petardo, soy Alejandro Magno
ResponderEliminarQue petardo debe de ser
ResponderEliminarOye el pum pum pum...
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