sábado, 20 de octubre de 2007

Caperucita Dorada

Érase una vez una niña llamada Noelia, a la que llamaban Caperucita Dorada. Iba una vez por semana a ver a su abuela. Un día llegó a casa de su abuela y vio toda la casa llena de dinero, lo metió en su mochila y se fue, comiéndose el pastel que era para su abuela.

Exclamaba por el camino:

- ¡Soy rica!

Cuando llegó a su casa, metió la mochila debajo de la cama. Al día siguiente, su madre, fregando la habitación, se resbaló y se hizo mucho daño. En ese momento, se fueron al médico, quien le dijo:

- Usted se ha roto la tibia y el peroné.

La madre le dijo que no tenía seguridad social, la niña saltó diciendo que tenía dinero ahorrado.

La madre le preguntó:

- ¿De dónde lo has sacado?

- Llevo ahorrándolo toda la vida -dijo la niña.

Al cabo de tres meses, la madre, fregando la habitación de Noelia, se encontró la mochila con el dinero dentro.

Cuando llegó Caperucita Dorada del colegio, entrando por la puerta, se encuentra un guantazo.

La niña le preguntó a su madre:

- ¿Por qué me pegas?

- ¿Por qué le has robado el dinero a tu abuela?

- ¿Cómo lo sabes? -preguntó la niña.

- Porque tiene el nombre grabado en los billetes –le dijo la madre.- Este dinero se lo devolvemos a tu abuela y tú, jovencita, estás castigada todo el año.

Y colorín dorado este cuento se ha acabado.

Pablo

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