Éranse una vez una princesa y un mago. La princesa vivía en Asia en el año 2000 antes de Cristo,y el mago vivía en una lámpara.
La princesa era muy egoísta y maleducada. Un día encontró una lámpara mágica, la frotó dos veces y apareció el mago y le dijo que sólo le concedería un único deseo. La princesa, como era muy egoísta, le pidió todas las cosas del mundo: estrellas, mares, ríos...
El mago le concedió el deseo creyendo que sería más feliz, pero se equivocó, y al cabo de 3 días la princesa no era feliz.
En ese momento comprendió que teniendo todas las cosas del mundo no iba a ser más feliz que todos, si no compartiendo y respetando a los demás era como iba a ser más feliz que antes.
La princesa era muy egoísta y maleducada. Un día encontró una lámpara mágica, la frotó dos veces y apareció el mago y le dijo que sólo le concedería un único deseo. La princesa, como era muy egoísta, le pidió todas las cosas del mundo: estrellas, mares, ríos...
El mago le concedió el deseo creyendo que sería más feliz, pero se equivocó, y al cabo de 3 días la princesa no era feliz.
En ese momento comprendió que teniendo todas las cosas del mundo no iba a ser más feliz que todos, si no compartiendo y respetando a los demás era como iba a ser más feliz que antes.
Carmen, 5º A
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