- La excusa del caballo:
- Nacho... es que le enseñé al caballo los deberes y se los comió pensando que eran un enorme terrón de azúcar, por eso no los he traído a clase. Pero Nacho, no creas que no he hecho los deberes, porque es verdad; y no los pude volver a hacer porque era una ficha y no tenía copia.
- La excusa de los deberes mágicos:
- Nacho... yo hice los deberes, los dejé en la mesa para irme a jugar con Yohanna y Chantrelly y cuando volví no estaban. Le pregunté a mi madre y a mi hermana, pero dicen que ellas no hicieron nada de nada. Y tenía un problema para volverlo a hacer, porque tenía que ir a un bautizo, a una comunión y a una boda.
Franci, 5º A
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