viernes, 7 de noviembre de 2008

Mi perro y la excusa de los deberes, de Irene

Estaba yo tranquilamente en mi habitación haciendo los deberes. Entonces sonó el teléfono, fui a cogerlo, y cuando subí con el teléfono en la mano, mi perro Tom me había destrozado toda la habitación.
Miré hacia la mesa donde tenía los deberes y no estaban. Colgué a mi compañera, fui al patio, y miré en la casa de madera (la que había construido mi padre y donde se alojaba mi perro). Él estaba destrozando los deberes, le reñí y le castigué.
Al subir para volverlos a hacer, me di cuenta de que también me había destrozado la agenda y no los pude hacer.
Irene, 5º A

1 comentario:

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